miércoles, 4 de enero de 2012

LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES...



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Es curioso cómo nos intentan vender esa falacia de que vivimos en una Democracia. Desgraciadamente, siento informarles de que no es así: NO VIVIMOS EN UNA DEMOCRACIA. Y, ¿por qué afirmo tal cosa? Porque la democracia en este país está tremendamente podrida, porque no hay democracia si algo tan fundamental como los derechos sociales son violados puesto que éstos son sus fundamentos.
La Democracia desde sus inicios (y me refiero a sus inicios en la Grecia Clásica, que nadie se confunda) pretendió ser lo que etimológicamente significa, esto es: EL PODER ES DEL PUEBLO.
La auténtica democracia no consiste en llenar sacos privados de dinero, no consiste en desantender el bien común, no consiste en dejar de lado sus pilares, no consiste en abandonar a su suerte al demos.
La auténtica democracia consiste en un sistema horizontal, cuyo poder emana del pueblo y va dirigido al pueblo; por ello, no olvida, no abandona, no desatiende ni el bien común, ni sus pilares, ni, en definitiva, el demos.
Lo que siempre olvidamos es el simple hecho de que la democracia no supone nada, es decir, las elecciones y con ellas la representación del pueblo no es algo que esté inscrito en la democracia; sino que nosotros, por facilidad o comodidad, elegimos, en un momento de la historia, que este fuera nuestro modo de llevar a acabo dicho sistema. Y si nosotros lo elegimos, ¿por qué no se nos va a tener en cuenta? ¿Quiénes son esos sucios carroñeros para quitarnos nuestros derechos, para enterrarnos entre la mierda, para ahogarnos con deudas y sin preguntarnos nada? ¿Cuándo decidimos que queríamos vivir en una "democracia" con élites, o lo que es lo mismo, en una plutocracia? En el demos se incluye a ricos y pobres, mujeres y hombres, negros y blancos, niños y ancianos... EL DEMOS NO ENTIENDE DE CONDICIONES.
Debemos tener presencia en la democracia, se nos debe tener en cuenta por la sencilla razón de que nosotros sufrimos las consecuencias de todas las decisiones que toman esas personas que terminan quedándose dormidas en esos cómodos sillones cuando se supone que están reunidos trabajando.
Todavía sigo sin entender cómo a estas alturas la mayoría de los ciudadanos españoles siguen tragándose el cuento de que estamos en una democracia; todavía sigo sin entender cómo es posible que se dejen manipular por esos payasos de turno; todavía sigo sin entender cómo pueden ser capaces de estar sentados en casa presos de la indiferencia. Los hay que profesan una fe ciega por el pasado ya oxidado de España, los hay que esa fe la emplean para llamar de todo menos bonico al vecino por ser afiliado de tal o cual partido, los hay que depositan esa fe en un señor con barba que no sabe hablar bien ni entiende su propia letra, creyendo que con un chasquido de dedos sacará al país del estiércol en el que está sumido.
Pero, también hay personas que salen a la calle y se dejan la voz y la vida en la lucha por un presente mejor, hay personas que trabajan día a día por concienciar a la masa, que hacen pequeños gestos y que consiguen grandes cosas.
Los de este segundo grupo lucharemos sin cesar hasta la consecución de una DEMOCRACIA REAL Y AUTÉNTICA. Seremos moscas cojoneras, le duela a quien le duela.

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